Te amaremos hasta que nuestro corazón deje de latir

26 de julio de 2012

Atracción Prohibida



El Viaje


Jake P.O.V


-Es necesario que vayas Bella- decía Sam tratando de convencer a Bella- Entiende, no es ningún complot ni nada, solo que necesito que vayas en mi representación…
-Pero ira Jacob- se quejaba ella, aunque me divertía la manera en que lo hacía
-Lo se, piden que acudan los dos Jake y yo, pero yo no puedo ir, iras en mi representación ya te lo explique Bella…
-Sam, por favor, es que… esto... es un tanto…
-Podrás, eres una excelente trabajadora, la mejor que eh tenido en todo este tiempo; y te aseguro que Jake te ayudara en todo lo que quieras.
Imagine en ese entonces el sonrojo de Bella, se veía tan adorable sonrojada; pero primero que nada, ella iría conmigo en un bendito viaje que se le ocurrió –para mi buena suerte- a unos socios de Tokio, ellos que iban de visita a México, decidieron que para uno de los tratos mas importantes que tenía Uley Company sería bueno acomodarnos a sus…exigencias.}
Que más daba, tenía que ser así, nos vendría un buen dinero, y uno de los mejores tratos de toda la vida de esta compañía. Y lo más curioso era que yo; uno de los creadores de la compañía estaba, escuchando tras la puerta de la oficina de Sam sin importarme que todos los trabajadores me observaran con suma curiosidad.
-Señor Black…. ¿Se le ofrece algo?
-No Susana, gracias, solo….-me reí al ver que me había pillado la secretaria de Sam
-Claro- se rio conmigo para después dejarme a solas.
Este tenía que se el mejor viaje de nuestras vidas.
Bella y yo.
Solos.
En México.
Me separe por completo de la puerta, respire hondo, solté el aire, moví en señal de relajamientos mis hombros y cabeza, y repasaba mentalmente el discurso que tenía preparado.
-Sam, en serio; ¿No puede...?
-¡Hey Sam!- entré en la oficina interrumpiendo a Bella- ¿Ya esta todo lo del viaje? ¿Si vas a ir?
-Esto…-dijo Sama siguiéndome el juego- Necesitamos hablar
-Bueno, yo me retiro….-empezó a excusarse ella
-No Bella- le detuvo Sam- Tu te quedas
-Pero…
-Te quedas- le ordeno, yo disimule mis carcajadas con una repentina tos.
Bella solo me fulmino con la mirada y se sentó de nuevo en el sillón con los brazos cruzados y su ceño fruncido. Se veía tan adorable que me moría de ganas de hacerla mía ahí mismo… "basta Jake, tienes todo un viaje para hacerlo" me decía mi retorcida mente.
-Jake, puedes sentarte-dijo divertido Sam
-¿Me das permiso?- le conteste de la misma manera
-Claro, te doy permiso
Bella solo rodo los ojos, aunque tenía una sencilla sonrisa pintada en el rostro.
-Bien-dije sentándome y poniendo mis brazos atrás de la cabeza- ¿Qué sucede?
-Bueno, verás-comenzó Sam recargándose completamente en el respaldo de su asiento- No podré acompañarte al viaje que tenemos en México, tendrás que ir solo Jake
-Que pena- dije con fingida tristeza- ¿Quién ira en tu representación?- Bella solo se tenso y agregue- porque supongo que alguien debe de ir en tu lugar… ¿No es así?
-Cierto- dijo Sam con una enorme sonrisa- Para eso esta aquí Bella…Bella, dile
-¿Yo?-dijo ella por primera vez desde que entre a la oficina
-si, tu- contesto aun más divertido Sam
-Yo iré en representación de Sam- dijo bella como niña regañada
-Aah…-contestes, para luego dirigirme a Sam- ¿Dónde cerraremos el trato?
-En los Cabos, Baja California norte…
-¿En México?-dijo una incrédula Bella-¿Por qué tan lejos?
-Exigencia de los socios tokianos- conteste para que se riera ella y quitara su enojo
Y como no conseguirlo, se rio.
-Bueno…- anuncie estirándome en la silla para después levantarme- Sam, cuidare de Bella
-Que bueno saberlo- dijo divertido
-Bella…-voltea verla para encontrarme con sus ojos chocolates brillando- Te veo el domingo
-El…domingo- susurro ella en un intento de preguntar
-¿No lo sabe aún?- dije preguntándole a Sam, el cual me negó con la cabeza- Bella el domingo partimos a México
Sin esperar respuesta salí de la oficina, y con una sonrisa triunfadora camine en dirección a mi oficina escuchando el estridente grito de Bella:
-¿¡EL DOMINGOO!
Vaya que sería uno de los mejores viajes que tendría
.
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Domingo…
El domingo muy temprano –para ser exactos a las cinco de la mañana- me encontraba vestido con unos jeans negros, una camisa de cuadros de diferentes tonos de azul, mis conversse negros y mi chaqueta de cuero. No fue fácil vivir la semana con una Reneesme paranoica, más de cuatro veces le llamo a Sam para preguntarle si en realidad iríamos a un viaje, él por supuesto le dijo que si, no le comento que iría acompañado por una hermosa chica.
Pero el resto de los días me hizo la vida imposible. Me llamaba a todas horas, a veces iba a la oficina, y para mi suerte eso fue después de que Bella y yo, bueno… tuviéramos esa pequeña revelación de amantes; incluso puso cámaras en la casa por si se me ocurría traer a mi amante aquí. Muy estúpido de su parte. El día de hoy, ella no estaba aquí, para ser preciso, no llego a dormir, al principio me cuestione donde andaba, pero después me llamo su madre diciéndome
que estaba con unas amigas; "Noche de chicas" había dicho su madre. Eso fue uno de los mejores regalos del fin de semana.
Baje con mis dos maletas para el viaje, las metí en la cajuela del taxi que me esperaba, hacia algunos minutos, y de la mesa de la sala tome un bolígrafo y la libreta de recados y le deje algo a Reneesme:
"Me voy de viaje Reneesme, por una semana, por favor, por lo que más quieras, NO HAGAS ESTUPIDECES, sabes a lo que me refiero… Las tarjetas de crédito están listas para ser usadas, por si así lo deseas, cuídate nos vemos
Jacob"
Una vez escrito mi mensaje, que más que nada era un soborno por la parte de las tarjetas, me despedí de mi casa, y subí al taxi, dándole la dirección de la casa de Bella. El taxi condujo tranquilamente por las avenidas de la ciudad y poco a poco la luz del sol se filtraba por las ventanas del coche. Decidí llamarle a ella quería darle una sorpresa; pero la sorpresa me la lleve yo.
-¿Bueno?-preguntaron al otro lado de la línea.
-¿Embry?- pregunte yo, un poco… molesto
-¿Jake?- contesto el aludido- ¿Qué sucede?
-Nada,-hable fríamente- Necesito hablar con Bella, sobre lo del viaje…
-¡Oh! Si, lo se, lo se, ella en este momento esta arreglando los últimos detalles de su equipaje, le estamos ayudando con ello, te veremos en el aeropuerto…
-No, ya estoy aquí- le corte rápidamente- Solo avísale que estoy afuera esperándola- remarque
-Claro, nos vemos
-Nos vemos
Y con eso corté la comunicación. El carro se detuvo frente a la casa de los Swan, y pude ver como toda la casa de dos pisos se encontraba totalmente iluminada. Baje del coche y le hice señales al chofer para que me esperara, me recargue en la parte trasera del coche. Se me había olvidado el pequeño detalle: "Novio cariñoso y atento Embry" el chico no tenía la culpa, claro estaba que no, incluso si yo mismo fuera mujer, estaría seguro de que me enamoraría de alguien así, alguien como Embry, o alguien como yo. No es que fuera vanidoso, pero sabía que tanto Embry, como yo, incluyendo a Sam, teníamos las mismas características: Ser todos unos caballeros. Aunque claro, a mi deberían de agregarme lo pervertido. Caballero Pervertido. Que locuras decía.
Por un costado de la casa, lo que era el jardín, salió la madre de Bella, la señora Reneé si mal no recordaba, traía unas cuantas bolsas quizás de basura, y con todo uso de mi caballerosidad le ayude.
-Buenos días Reneé
-Gracias; buenos días Jake- contesto la señora- ¿Cómo estas querido?
-Bien Reneé y ¿usted?- dije depositando las bolsas en lo que eran los tambos de desperdicio
-Un poco desquiciada- contesto con voz cantarina y sentándose en unas sillas que había en el jardín e invitándome a que la acompañara- Bella no para de gritar de enojarse, en fin, mejor decidí dejar a Charlie y a Embry solos para que lidien con ella.
-Buena decisión- conteste divertido al imaginarme a Bella en esa situación.
-Jake…- hablo un poco dudosa Reneé
-¿Dígame?-conteste de lo más amable
-Entre tú y mi hija….-dijo observándome curiosamente. ¡Ugh! Problemas, problemas, me decía una vocecilla interna
-¿Yo?... ¿Hija?... ¡Bah!... ¿Calor no?- tartamudeé, Reneé solo se rio
-Tranquilo, se que tu eres una buena persona, harías buena pareja con ella.
¿Acaso me estaba insinuando que ella me quería de yerno en lugar de Embry? Sinceramente eso me hizo sentir poderoso, en cierto aspecto; tenía ganada a la madre de Bell's, pero ¿Por qué me lo decía?
-Bueno, querido, te dejo, voy por Bella, se les hará tarde- dicho esto se levanto de la silla y se adentro en la casa, dejándome completamente atónito.
-Tardaste mucho Bella- le regañe, como cualquier jefe- Espero el vuelo no nos deje
-Lo siento Jacob- contesto de la misma manera- Pero tuve ciertos problemas-dijo mirando sus padres
-Bueno…-corte la fingida discusión- Nos vemos señores Swan, cuidaré de su hija…
-Espero que así sea Jake-dijo Charlie- Cuídala
"Y muy bien la cuidare" pensó mi mente retorcida
-Claro Charlie- dije estrechando sus manos- Nos vemos
-Hasta luego hijo
-Señora Reneé- me dirigí a ella- Fue un placer
-EL placer fue mío- me estrecho en un cálido abrazo y me susurro- Aprovéchala
-Si señora, la cuidare- disimule lo que nadie había oído, aunque mi cara por su puesto, no tenía precio.
-Jake…-dijo Embry abrazando a Bella, algo que hizo que me hirviera la sangre- Cuida a Bell's', no se que haría sin ella
-Embry…-dijo Bella sonrojándose
-Ya de acuerdo…-dijo levantando las manos en manera de haber perdido- Te sabes defender lo sé, pero quiero que sepas que te quiero
-También yo- contesto ella de una manera muy melosa para mi gusto
Sus rostros estaban próximos; y sabía que era lo que venía. La despedida. Y no quería estar presente porque sabía que me rompería el corazón verlos, sin más ni más, me metí dentro del auto y quede sentando al otro extremo del coche para así, no poder ver –aunque, creo que tenía una buena vista- o creer que no podría verlos. Pasaron algunos minutos y después entro una muy avergonzada Bella.
-¿Lista?- pregunte de repente
-Si... -dudo un poco y volvió a hablar- Jake yo…
-Llévenos al aeropuerto- la interrumpí y me dirigí al chofer- Lo más rápido posible, si puede.
Bella comprendió que estaba molesto. Y al contrario, no me reclamo nada, al fin y al cabo yo tenía razón, debía de estar molesto por ver como la mujer a la que amaba se besaba casi enfrente de mí sin ningún pudor. Durante el trayecto hacia el aeropuerto, ambos nos fuimos callados y evitando la mirada del otro.
Habíamos llegado a tiempo, gracias a que el conductor amaba la velocidad y al mencionar "lo más rápido posible" fue música para sus oídos, creo que llegamos con diez minutos antes, bajamos las maletas, y le pague el pasaje al taxista. Una vez con todo y maletas, tome mis dos maletas y la única maleta de Bella – que esta era demasiado grande- y nos adentramos en el mar de gente que había en el lugar. Ella no se separo ni un instante de mí, y parecía excitada al estar en este lugar. ¿Acaso nunca había viajado fuera del estado? Me dirigí a los andadores en donde se suponía que debería de estar la entrada para nuestro vuelo, hasta que una voz anunció:
El Vuelo 4056 con destino a los Cabos, Baja California México, esta apunto de despegar, su entrada es por la puerta 4. Gracias
-¿Ese es nuestro vuelo?- pregunto temerosa Bella
-Lo es mi niña- dije suavizando mi voz
-Perdóname- dijo bajando la cabeza, pero sin aflojar el paso
-no tengo nada que perdonarte- conteste- Apúrate que nos dejara el vuelo
Por suerte alcanzamos el vuelo, y nuestros lugares se encontraban en primera clase. Al menos viajaríamos cómodamente, una vez instalados, nos abrochamos los cinturones y seguimos las indicaciones de las azafatas. Bella estaba entretenida observando por la ventanilla mientras despegábamos.
-¿Te da miedo?- pregunté
-No- contesto con firmeza- Solo que nunca había volado
-Esta será una de tus primeras veces- conteste dándole un doble sentido a la frase
-¿Qué?- pregunto incrédula
-Duerme amor mío, que el viaje es largo
Y sin más beso la pequeña nariz de Bella, incitándola a que se acostara en un costado mío. Poco a poco se fue sumiendo en el mundo de los sueños, mientras yo al observaba dormir. Era tan linda, tan hermosa y perfecta. Estaba enamorado de una niña. ¿Qué me sucedía? Nunca antes había sentido esto por una menor, y menos si esa menor es mucho más chica que yo por ocho años. No quería alejarme de ella nunca, quería que experimentara lo que un hombre a mi edad ya había hecho, era tan solo era un polluelo, quería que ella viviera, experimentara, saboreara, disfrutara una vida que yo a mis veintisiete años ya había experimentado y que ella a sus cortos dieciocho apenas comenzaba a saborear.
Poco a poco esta mujer que apenas iba floreciendo me había hechizado con su belleza natural, con su forma de ser y con sus sonrojos que tanto amaba. Y en este viaje me iba a arriesgar por todo, quería darle experiencias que solo yo se las pudiera dar; quería que ambos nos fundiéramos en uno, que fuéramos uno solo, ella fuera mía y yo suyo, quería que conociera las experiencias mas placenteras, excitantes y gloriosas que se pudieran tener a la misma vez.
Sumido en mis pensamientos me deje llevar por el sueño; al fin y al cabo quedaba un muy largo viaje a los Cabos, una vez allí, pondría en marcha mi plan.

1 comentario:

  1. haaaaaaaaaa yo también quiero viajar con el a un lugar así =)

    excelente, que pachara? =P

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