Atracción Prohibida

La Primera Vez
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Bella P.O.V
Al momento de salir de aquel antro, Jake y yo no parábamos de besarnos, y buscábamos a tientas el elevador que nos pudiera guiar a la tan deseada suite, que para ese entonces estaba demasiado lejos de nosotros. A lo lejos escuchamos el timbre del elevador que indicaba que estaba ahí en la planta baja; corrimos y nos adentramos en el, apretando a su paso el botón de nuestro piso, en el trayecto ambos nos besábamos, mordíamos los labios y teníamos una guerra imparable con nuestras lenguas. Estábamos deseosos y necesitados.
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Nos besamos con fiereza, las manos de Jake recorrían con agilidad mi cuerpo sobre la estorbosa tela, mis manos tocaban por encima del pantalón su perfecto y torneado trasero, ambos nos comíamos a besos en los pasillos, solo nos faltaban unos cuantos pasos mas y entraríamos en la suite. Una de sus manos se metió rápidamente en un bolsillo y saco de ahí la tan amada llave, me recargo contra la puerta y yo sin dejar de besarle el cuello continúe con mis caricias mientras el dificultosamente abría la puerta…
Una vez adentro Jake azoto la puerta de la suite y yo me abalance sobre él. Enrede mis piernas en sus caderas y nos besamos con mucha pasión, ambos estábamos que ardíamos de deseo, necesitábamos expresar nuestras emociones, la noche se apoderaba de nuestra sed de deseo, solo la lujuria, el amor y la pasión eran testigos de aquella escena.
Comenzó a caminar hacia la cama conmigo en sus brazos, no fue tarea difícil para él ya que llegamos en cuestión de segundos una vez ahí, me recostó en la cama y seguimos con nuestras caricias mutuas. No supe cuando, pero mi playera había desaparecido al igual que la de Jacob, yo solo me encontraba con el sostén blanco y el con su hermosa piel morena desnuda, frente a mi; solo para mi.
-Te amo hermosa- decía Jake besando mis pómulos con una suavidad y delicadeza extrema- No quiero lastimarte, no quiero que…
-Sshhh- lo calle con mi dedo índice- Estoy lista y quiero hacerlo contigo, te amo
Me dedico una sonrisa tranquilizadora, y de la misma manera, siguió besando mis pómulos pero ahora sus besos no se limitaban a mi rostro, comenzaba a besar mi cuello, mis hombros, la clavícula, la parte desnuda de mis pechos, mi estomago, yo solo podía responder con gemidos y jalones suaves a su cabello. De pronto toda esa brusquedad con la que me había besado fue
sustituida por una delicadeza increíble, me sentía amada, deseada, querida y cuidada. Me sonroje cuando Jake me quito el pescador y solo quede con ropa interior.
-No debes de sonrojarte amor- decía con dulzura- Eres tan perfecta
-Jake…-susurraba como en protesta pero me salió un débil gemido- Déjame sentirte…
Lo tome de los brazos y lo acerque a mi, incitándolo a que recargara un poco de su peso sobre mi cuerpo, para poder sentir cada parte, cada célula de su ser sobre mi. Estaba excitado, lo podía sentir, y por primera vez en mi vida me dio miedo a sentir dolor en mi primera vez; Jake noto mi tensión y solo acaricio mis cabellos, hablándome bonito y diciéndome que sería lo más cuidadoso, su mano izquierda se coló por mi espalda para poder quitarme el sostén, mientras que mis manos temerosas le quitaban el pantalón para dejarlo solo en bóxers, una vez fuera el pantalón y mi sostén; no pude evitar mirar abajo y me sorprendió al ver un enorme bulto bajo aquellos calzoncillos. ¿Y si no era capaz de cubrir aquello con mi pequeña vagina? ¿Y si me dolía mucho?
-Eres tan bonita Bella- decía Jake alternando su vista en mis ojos y en mis pechos endurecidos por el frio y la excitación- Nunca, nunca te haré daño amor, te lo prometo
De pronto sus palabras tenían mucho sentido, sabía que Jake nunca me haría daño, o al menos no conscientemente, sabía que cumpliría su palabra. Olvide aquellas inseguridades y lo jale hacia mi, para poder besarlo, ambos nos besábamos con amor y ternura, poco a poco el cuerpo de él hacía mucha fricción contra mi vientre y eso nos prendía un poco más, sentir su miembro duro y necesitado, sentir mi centro húmedo y listo para ser penetrada por aquel hombre tan maravilloso, era la locura plena. No se hizo esperar y Jake ataco por sorpresa mis pechos, los succiono, lamió y mordisqueo, haciéndome gritar de placer.
-Jake…-jadeaba deseosa de más- maaasss…
Y el solo cumplía mis caprichos. Mientras el atacaba sin piedad mis pechos, yo me aventure a masajear por encima de la tela a su ya duro miembro. Al instante que lo toque, el soltó un gruñido casi animal que se ahogo en mis montes. Era buena señal, seguí tocando por encima de la tela, hasta que por una buena vez, le baje el estorboso bóxer de un solo tirón, y sin mirar con mis manos comencé a tentar la magnitud de semental que tenía ante mí.
¡Dios mío! Era tan grande; tan duro y caliente, que al momento de tocarlo me empape mucho más. Jake no dejaba de besar y mordisquear mis pechos, pero se le era más difícil hacerlo, ya que el placer que le estaba proporcionado era tal que comenzaba a gemir y pedirme más.
-Be…la...yo…Hmm-decía frases incompletas
-Jake, eres tan…-jadeaba mas fuertemente
De pronto, una actitud salvaje se apodero de el y literalmente me arranco las bragas que aun dividían por completo nuestros cuerpos, quedando totalmente igualados en desnudez y excitación.
-Perfecta- susurro con voz demasiado ronca y con ojos dilatados
Paso uno de sus dedos por mis pliegues y recogió con el mismo, el poco liquido que estaba soltando mi intimidad, para así llevárselo a la boca y saborearme.
-Deliciosa- dijo con ojos cerrados
Sin pensarlo, me hinque frente a él; y sin mas rodeos tome su miembro y comencé a masajearlo de arriba abajo, primero con delicadeza y despacio; pero Jake poco a poco me incitaba a que subiera la velocidad de mis masajes y como regalo recibía los gritos mas animales y salvajes de Jake.
-¡Bella!-gritaba- Dios… eres, tan… bellaa…
-Jake- dije cerca de su boca, pegando todo mi cuerpo desnudo al suyo-Oh Jake- cerré los ojos
Y sin previo aviso me aventó en la cama y se posiciono en mi entrada, sus brazos estaban un poco flexionados, y su bello rostro me miraba intensamente.
-Prometo no lastimarte- dijo con voz suave pero grave- Si te duele, por favor dímelo
-Vamos Jake- le incite- Hazlo, yo te diré
-Te amo hermosa
-También te amo
Primero sentí su cálida punta rozándome, para después comenzar a sentir al gran intruso dentro de mí; entraba con sumo cuidado soltando uno que otro grito de placer al estar entrando. Conforme avanzaba y se adentraba más, comencé a sentir dolor.
-Jake…-Jadee y sentí como algunas lagrimas se derramaban- duele…
-Tranquila princesa- me dijo deteniéndose a medio camino, esperando a que me acoplara a mi intruso- Te amo- beso mis labios suavemente- Te deseo- beso mis ojos limpiando a su paso aquellas lagrimas- Te quiero- beso mi frente
-Te amo- bese su nariz- Sigue…-susurré
Y se adentro lentamente el resto que quedaba fuera. Ambos gritamos al sentirnos tan juntos y unidos. Por fin éramos una sola persona, una sola alma.
-¡Joder!-grito Jake- Estas, tan cálida, apretada y húmeda…-decía sin si quiera moverse un milímetro y con los ojos cerrados fuertemente
-Hazme tuya- le dije, una vez que ya estaba acostumbrada a él- Por favor
Entonces, Jake se comenzó a mover lenta y acompasadamente en mi interior, pude sentir al principio unos pequeños dolores, pero los cuales fueron sustituidos por oleadas de placer a los
pocos segundos. En un acto de reflejo enrede mis piernas en sus caderas y las apreté contra él haciendo que entrara más a fondo.
-Jake…oh… ¡Dios!
-Si...i-decía cegado por el placer- Vamos Bella…
Sus estocadas suaves y acompasadas comenzaron a subir de nivel y fueron convirtiéndose en embestidas duras y fuertes, el escuchar como nuestras pieles chocaban, sentir hasta el fondo de todo mi ser a Jake, saber que ambos ya nos pertenecíamos, era lo más maravilloso que podía sentir en este momento. Un hormigueo comenzaba a surgir por todo mi cuerpo, para así acumularse en mi vientre bajo y exigirle más.
-Jake…-pedía con voz entrecortada- maas… yo…mas…
-Vamos bebe- me decía de la misma manera- vamos…
Y me ataca una y otra vez, hasta que aquel hormigueo seguía creciendo y creciendo hasta que llego un punto en el que sentía que no iba a poder resistir un poco más
-Ya casi….Bella… vente conmigo….
-Yoo… Jake… mm…mmaa…sss…-le suplicaba
Y me daba más, me penetraba con mayor fuerza, con mayor velocidad e ímpetu, saliendo una y otra vez haciéndome sentir plena, llena y completa. Y por fin llego el momento en el que ya no pude aguantar y ese hormigueo exploto por todo mi ser invadiendo cada lugar de mi cuerpo, desde la punta de mis cabellos hasta el dedo meñique de mi pie.
-Siiii…-grite- ¡Jake!
-¡Bellaa!
Me enrosque en el haciéndome completamente dura y no dejábamos de movernos aunque ahora era con menos potencia para así expandir el glorioso orgasmo que nos atacaba con tal brutalidad; pude sentir como el semen de Jacob se derramaba en mi interior llenándome por completo de él. Era tan exquisita esa sensación, sentir todo ese placer, después de todo esto. Era más que exquisito; era perfecto.
Nuestros cuerpos ahora estaban totalmente empapados de sudor, solo cubiertos con las delgada y fina sabana de la cama, Jake seguía dentro de mi, sin moverse disfrutando de mi intimidad y del orgasmo que todavía a ambos nos había dejado secuelas, yo seguía apretada contra él, disfrutando y sintiendo, tratando de tranquilizar mi respiración irregular, y sin dejar de acariciar la espalda de mi amado. Jake besaba mis pechos con delicadeza, y dejaba un camino de besos húmedos por mi cuello hasta llegar a mi boca y besarme con dulzura; su cuerpo encima del mío y
ambos ya nos habíamos devorado hasta el cansancio, estábamos llenos de placer y de amor, los cuales fueron los únicos testigos de nuestro amor.
Poco a poco Jake, comenzó a salir de mi interior y cuando por fin estuvo completamente fuera, sentí un frio insoportable, y no era frio de clima, si no, un frío de ausencia, de algo que ahora sentía que me faltaría; un frio que solo se podía quitar con la calidez y el amor de aquel hermoso y perfecto hombre.
Él había notado mi pequeño estremecimiento y me rodeo con sus morenos y fuertes brazos, haciendo que mi cabeza se apoyara en su pecho húmedo y perfecto. Podía oír sus latidos, tranquilos y felices, porque sabía que tanto Jake como yo, éramos felices. ME beso la parte superior de mi cabeza y comenzó a tararear una canción; poco a poco el cansancio se hizo presente en mi cuerpo y mis ojos comenzaban a cerrarse, pero antes de quedar sumergida en el mundo de los sueños, quería decirle algo a mi Dios del Sol.
-Jake…-susurré
-¿Dime hermosa?- acaricio mis cabellos
-Me gusto- y sentí como mi rostro ardía de vergüenza, pero sentía que debía decírselo.
El solo soltó una leve carcajada llena de felicidad y quizás orgullo
-Gracias- contesto tranquilo- También me gusto- contesto
-Te amo Jake
-Te amo Bella
Ambos nos besamos en los labios cerrando así nuestro acto de amor, culminando aquella deliciosa demostración de la cual ambos éramos merecedores de eso y más. Me acomode plácidamente en el cuerpo desnudo de Jake y felizmente me deje sumergir en el mundo de los sueños.