Te amaremos hasta que nuestro corazón deje de latir

17 de julio de 2012

En mi Camino

Buenas, buenas mis queridas lectoras…
De ante mano les agradezco con todo mi corazón se hagan un espacio en sus vida ocupadas para venir a leer mis locuras… Jajajaja les digo… actualizare una vez a la semana, serán todos los jueves. Todas las semanas un cap nuevo vendrá acompañado de una imagen que lo identifique y de una melodía con la que escucharan el capitulo, la de esta semana es:

Glad you Came – The Wanted.

Sin más preámbulos los invite a sumergirse en una historia verdaderamente especial… En mi camino es hija de mis entrañas, los personajes pertenecen a Stephanie Meyer el relato es de mi propiedad.
Un abrazo. XOXO.
Iza Cullen J


Capitulo 1.: On My Way
Jamás imaginaria que podría permitirme dormir hasta altas horas de la mañana, pero cuando mire el reloj de la mesa al lado de mi cama ya era medio día, las primeras horas de mi bien merecido descanso.  Después de trabajar por 12 horas seguidas cada día por más de 2 años mis padres y amigos me habían convencido de darme un respiro y tratar de relajarme en un hermoso viaje de vacaciones. El destino lo decidiríamos hoy en un maravilloso almuerzo múltiple al que llegaría tarde si no me levantaba de inmediato.
Me levante tomando mi toalla, al finalizar mi aseo me coloque lo primero que encontré en el closet, tenia tanto tiempo sin ponerme jeans que había olvidado lo molesto que es subírtelos cuando están recién lavados, tome una franelilla de tirantes blanca y una camiseta de cuadros que me coloque encima, luego mis tennis, me mire al espejo a mi parecer estaba perfecta, me sentía como en la escuela, cuando cualquier cosa estaba bien.
Al llegar al restaurante lo primero que divise fue la mesa más grande en el centro repleto de gente que no dejaba de hablar, hay estaba mi familia, mis padres Renne y Charlie Swan, mis hermanos Emmett y Alice, mi mejor amigo Jasper que estaba en una solo coqueteo con mi hermana y ahora mi persona que se acercaba lentamente antes que empezaran a gritar por verme, la última vez que nos reunimos fue hace un mes exactamente, mi trabajo era demasiado demandante, Directora creativa de una muy buena firma de publicidad, con varias cuentas ganadas a pulso, y un muy buen porcentaje de cada una de ellas, me había dedicado tanto a mi trabajo que hasta me olvidaba muchas veces de mi cumpleaños, al menos eso fue lo que ocurrió los últimos dos años.
Isabella – me llamaron a un costado de la entrada donde aun estaba parada estática pensando cómo llegar hasta la mesa sin que hicieran escándalo – ¿Cómo estás? – me saludo con un abrazo y un beso en la mejilla – jamás te había visto así, que hermosa te ves!
¡Esme! – grite sorprendida, la esposa del dueño de la compañía estaba muy bien entonada de un elegante vestido verde oliva que llegaba hasta sus rodillas, si hubiese sabido que la vería aquí jamás vendría vestida de esta manera – muchas gracias, es un gusto verte.
¡Carlisle me informo que saliste de vacaciones ayer! – Dijo con entusiasmo y hasta picardía – te mereces ese descanso, todos te vamos a extrañar estos días.
Muchas Gracias de nuevo – le dije sinceramente – yo extrañare el trabajo y todo pero en realidad ya mi cuerpo me pedía a gritos estos días libres.
Oye! Que descortés de mi parte – dijo haciendo espacio entre ella y la mesa donde estaba sentada – ¿ya conocías a mi hijo Edward?
No – le dije sinceramente estirando mi mano hasta el caballero que tenía en frente – mucho gusto Isabella Swan.
El placer es mío – dijo regalándome una sonrisa torcida si bien este chico tenía fama de pica flor, y ya me daba porque, con solo una mirada o una sonrisa cegadora podía embobar hasta la más inteligente de las mujeres – Edward Cullen.
Buenas tardes – dijo esa voz que muy bien conocía detrás de mi – Isabella, encantando de verte.
Carlisle – conteste – el gusto es mío.
Espero que no te gusten esas vacaciones – dijo el sonriéndome con ese toque paterno que siempre me había prestado – te necesitamos en la oficina.
Lo sé – le sonreí suficientemente – me excuso ante ustedes para retirarme, mi familia me espera hace horas, muchas gracias por sus buenos deseos a mis días libres, nos vemos dentro de unas semanas. Edward un placer conocerte. Buen provecho.
Me despedí de ellos casi corriendo a mi mesa, ese encuentro me había tocado un poco, ahora si sentía que necesitaba salir corriendo por unos días al menos de aquel lugar que había considerado mi hogar por mucho tiempo, mi familia me veía como me acercaba, mi gigante hermano me tapo por completo abarcando mi pequeño cuerpo en un abrazo al que se unieron el resto.
Al finalizar la tarde ya habíamos decidido que nuestro viaje seria a Hawái, donde todo es posible, disfrutamos de nuestro almuerzo y para culminar fuimos a ver una película como en muchos años no lo hacíamos, a la mañana siguiente mi destino era el aeropuerto, estábamos todos de acuerdo en vernos allí,  los mejores días de mi vida me esperaban.
Buenos días familia – les dije acomodando mis maletas al lado de la de mis padres – ¿cómo amanecen?
Abrace a mi madre como saludo, mi padre me sonrió a su espalda guiñándome un ojo en tono de complicidad, mis hermanos llegaron un poco después, caminamos hasta la fila de embarque donde chequean los documentos y reciben el equipaje, mi peor defecto en todo el mundo es que nunca me fijo por donde camino y vivo teniendo accidentes fatales así no esté en tacones, de hecho solo llevaba un par de sandalias de playa cuando mirando porque estaba pisando la costura de mis jeans me tope con una pared morena enorme que me hizo caer sin poder evitarlo.
Lo siento – dijo la pared, no podía abrir los ojos para mirar pero supe que era un hombre por su voz ruda y descuidada pero con un aliento a menta y canela delicioso – no me fije y siempre todo el mundo choca contra mí.
Cuando al fin abrí mis ojos una sonrisa ensordecedora ilumino mis pupilas haciéndolas abrir por completo, admirando aquella que más que pared era una montaña de bellas curvas y abdominales que se le podrían apreciar aun a través de la franela que llevaba puesta.
¿Necesitas un medico? – Me pregunto aun sonriendo curioso de la manera en la que lo miraba – ¿o solo estas en shock?
¡Bella cariño! – dijo mi madre casi en un grito cuando me diviso entre la gente que estaba a mi alrededor mirando que ocurría – ¡tienes que mirar por donde caminas! – Me dijo como si se tratara de una niña chiquita a la que enseñan a caminar aun – ¿lo siento joven pero me da espacio?
Bella – dijo mi hermano tomándome sin el mas mínimo esfuerzo en sus brazos, cuando me coloco en una de las sillas de espera pude entonar mejor mi vista, aun estaba mareada y la cabeza me dolía a montones – enana aun vives cayéndote en todos lados, yo le dije a los viejos que no era buena idea ir a Hawái te puede pasar algo mientras nadas o te recreas.
Emmett – le grito Alice mientras me extendía un vaso con un poco de agua – toma Bella, seguro ahorita se te pasa.
¡Hola! – y hay estaba mi pared sonriéndome de nuevo – disculpen la molestia, ¿pero quiero saber cómo sigue la chica?
¡Muy bien gracias! – Dijo mi hermano casi en un gruñido, celoso era de mas – no te hubieras molestado en venir a preguntar.
Mire al chico detallándolo por cada lado de su hermoso esqueleto, era un adonis por completo, como un chico playboy que hacia suspirar a mas de una, llevaba unos jeans negro ajustados a sus piernas, unas botas de montaña tipo botines amarradas hasta arriba, una camiseta blanca ajustada a sus enormes brazos, viéndolo comparado con mi hermano eran casi de la misma contextura, pero él no era mi hermano.
Hola – me dijo directamente al descubrirme en mi escrutinio – ¿Cómo te sientes?
Muy bien gracias – le dije bajando un poco la mirada me había descubierto admirándolo y mis mejillas aunque ya maduras aun se enrojecían con este tipo de cosas – disculpa iba distraída acomodando la bota de mi jeans y no me fije que estabas allí.
Ya están embarcando el avión si seguimos aquí perderemos el vuelo – dijo mi padre llamando la atención de todos –
El chico fijo la mirada en mi y hasta que no me levante sola de la silla no se fue, cuando al fin determino que estaba lo suficientemente bien como para no ayudarme nos dejo solos, camine hasta el registro de documentos, recibieron mis maletas y nos encaminamos al avión.
Bella – pregunto Alice mientras buscábamos los números de los asientos que nos había tocado – ¿qué asiento tienes?
3B – conteste mirando mi boleto – ¿y tú?
2A – dijo sentándose en el asiento que le correspondía, de inmediato me fije en el mío era detrás del de ella – es aquí… el tuyo es allí.
Coloque mi maleta de mano en el porta equipaje, saque de mi cartera mi ipod y mis audífonos que estaban todos enredados, pasaron un par de minutos cuando sentí que el asiento de al lado se llenaba, era alguien más o menos grande porque casi se corría a mi puesto, pero estaba tan concentrada tratando de desenredar el cable molesto para poder escuchar música que no le preste atención, lo torcía de un lado a otro tratando de que se desataran pero parecía que lo único que hacía es que se enredaran mas.
 Creo que si sacas esto de aquí – dijo una voz que me dejo estática en el sitio, su aliento lo identifico por completo sin tener que mirar a reconocerlo – podría ser que se desenreden.
Me quito los audífonos de las manos porque las mismas quedaron inmovilizadas al escucharlo hablar, logre voltear un poco mi rostro para encontrármelo sonriendo desatando con una perfecta sincronía el nudo gigante que yo misma había hecho de mis audífonos.
Yo también tengo unos – dijo subiendo un poco su ipod y sus audífonos perfectamente estirados – todo el tiempo me pasaba esto hasta que encontré la manera de que no se enredaran dentro de mis jeans.
No había pronunciado palabra aun, mi cerebro había olvidado por completo como se hacía, pero miraba con cierto recelo la destreza con que termino de estirar el cable de mis stereo, me los devolvió aun sonriendo.
Siento mucho lo que paso allá afuera – dijo el ahora arreglando una chaqueta de cuero que traía en las piernas – no quise tumbarte de esa manera.
No te preocupes – le dije colocando un poco de música y los audífonos en mis oídos – normalmente suelo ser muy torpe.
Me dedique a escuchar la gama de canciones de mi reproductor, liberándome completamente de la ciudad de New York, tenía que relajarme, aunque parecía casi imposible cuando la personas que llevas al lado le produce tantos efectos a tu estomago y a tu mente, nunca me considere una mujer muy experta que digamos en intimidar a hombres, pero este me traía babeando, su espectacular aroma tan masculino compartido con la manera tan sensual y delicada al hablar eran el complemento perfecto para cualquier mujer.
Sin querer me quede dormida y al abrir mis ojos mi vecino ya no estaba, la gente bajaba despacio del avión mis hermanos aun estaban en el asiento del frente esperando su turno para salir al pasillo, tome mis cosas del porta equipaje y me destine a bajar.
La ciudad de Honolulu con sus hermosas vistas y el mar más hermoso del mundo ilumino mis ojos a través de la ventanilla de la camioneta que habíamos alquilado para nuestra estadía aquí, estaba emocionada, loca por bajarme de ese auto, colocarme mi bañador y salir corriendo a humedecer mis piernas extremadamente blancas con el agua azul cristalina. El Hotel estaba abarrotado de gente, como ya habíamos reservado no tuvimos ningún problema para instalarnos, compartía la habitación con mi hermana Alice.
Yo te traje como 20 cambios de traje de baño Bella – dijo ella desempacando un poco – ¿Cuál usaras primero?
El rosa – dije sin mirarlos, estaba segura que había comprado uno de ese color pues a ella le encantaba – siempre me pongo primero el rosa.
Ambas reímos, nuestros padres siempre habían tratado en lo más posible de mantenernos juntos como familia, solo somos tres hermanos, Emmett es el mayor, Alice le sigue, cuando decidimos ir a la universidad fui la única que se alejo mas de casa estudiando en California, al terminar volví de inmediato a New York y comencé a trabajar en la firma Cullen and Masen hasta tiempo presente.
Mis hermanos Emmett es arquitecto y Alice diseñadora, mis padres tienen una empresa juntos, una cadena de restaurantes donde comparten su pasión, todos somos muy felices y nunca hemos tenido que separarnos al menos no por mucho tiempo.
Bella – exclamo Alice al verme ya cambiada y observándome en el espejo – ¡te queda muy bien, no sabía que tenias esas curvas!
Jajajaja – las dos reímos al unisonó – pues tu cuerpo no está nada mal tampoco, por cierto ¿qué es eso que te traes con Jazz? Los vi de mucha sonrisita además que vendrá a nuestro viaje a pesar que tiene bastante trabajo.
Pues – dijo ella, sus ojos brillaron al instante – me encanta ese chico.
¡Es menor que tú! – le dije riéndome en forma picara – además el estaba saliendo con alguien, ¡el me conto!
Jajajajaja – su carcajada se escucho en la playa, se lanzo a la cama de espaldas tapándose la cara – no es por mucho, solo es menor un par de años, además eso no importa si ya es mayor de edad hace años, papa y mama lo adoran y Emmett lo quiere como si de un hermano se tratara.
Pero sale con alguien – le repetí mirando de nuevo su expresión de picara –
Sale conmigo Bella – dijo ella, formando en mi boca una perfecta O – desde que ustedes están trabajando juntos, el siempre está en casa para todo, mucho más que cuando estaban en la escuela, el día que termine mi colección estaba en casa de papa y mama y ustedes habían ido a cenar con nosotros ¿recuerdas?.
Por supuesto – dije recordando la escena – el te llevo a tu casa porque tu auto estaba averiado.
Exacto – dijo ella colocándose de lado para poder mirarme sentada en la esquina de mi cama – el no solo me llevo a mi casa, lo invite a subir a tomar un trago y desde entonces dormimos juntos.
¿Whats??? – Le dije sorprendida – ¡un romance clandestino entre mi hermana y mi mejor amigo que ignoraba por completo! ¡Dios mío! ¿Donde había estado todo este tiempo?
En tu trabajo – contesto ella sonriéndome – ¿apuesto a que tampoco sabes que Emmett está saliendo con la hija mayor de tu jefe?
¿¿Qué?? – le dije ahora si de boca abierta – ¡con Rosalie Cullen! ¡OMG! ¡Si mi jefe se entera lo matara! ¡El adora a esa niña!
Ella no es una niña – dijo Alice colocándose de pie, metía varias cosas en un gigantesco bolso de playa tomo sus anteojos de sol y se paró en seco en la puerta – deberías considerar prestar más atención en las reuniones de hermanos y no solo estar pendiente de tu celular, nos vemos en el lobby.
¿Mi celular? – Fue lo único que asimile de lo atontada que estaba con toda la información que me había dado mi hermana sin pedírsela – ¿dónde está mi celular?
Comencé buscarlo por todos lados empezando con mi cartera, la maleta, entonces recordé mi pequeño bolso de mano, corrí hasta el, estaba en un costado de la habitación, cuando lo encontré estaba apagado por batería, al colocarle el cargador y encendió me llegaron infinidades de mensajes de Jasper buscándome por todos lados, de inmediato remarque su número.
Hola Jazz – dije con voz de sufrida – lo siento entre tanto alboroto con la llegada al hotel no había podido comunicarme contigo.
Mira Bella – me dijo en un tono bastante molesto – me dejas encargado de todo por unos días, pero no quiere decir que te me desaparezcas, necesito tu ayuda de inmediato, esto no puede estar pasando.
¿Qué sucede Jazz? – Le dije alterada – me estas asustando.
El Sr. Cullen está demasiado molesto – dijo él con voz de sollozo – nos quitaron la cuenta Newton.
¿Whats? – dije sin poder creerlo – no me digas esa mierda! – le dije ahora mas asustada cayendo en cuenta lo grave que estaban las cosas – dime ¿Quién hizo eso? ¿Quién se atreve a desafiarme?
Jacob Black – dijo él para dejarme paralizada en el sitio – el no sé de qué manera lo hizo pero le tumbo la cuenta a Jessica y ahora tengo a todos los Cullen en las afueras de mi oficina para que busque una solución.
Es imposible que sepas que hacer cuando ni yo misma sé en qué situación estamos metidos – le dije dando vueltas por la habitación, siendo sincera conmigo misma, me había costado tanto entrenar a Jessica y que ganara esa enorme cuenta como para que ahora un recién llegado me la quitara – déjame conversar con mis padres debo regresar, ese Jacob Black me sacara canas verdes.
No Bella – dijo el ahora aun mas angustiado – si Alice se entera que te devuelves por mi culpa no me lo perdonara jamás, mejor déjame ver que puedo resolver conversando con el señor Newton a ver que puedo recuperar si la cosa se pone turbia te llamo inmediatamente para que vengas a resolver.
Está Bien – le dije sincerándome – Jazz sabes que necesito estos días, mi cuerpo está a punto de colapsar, por favor, confió en ti, se que lograras colocar todo en su lugar y por favor necesito que investigues todo acerca de ese Jacob Black, me está molestando y no quiero que lo siga haciendo, necesito sacarlo de nuestro camino.
Ok jefa – dijo el sonriéndome – felices vacaciones.
Jacob Black – dije en voz alta de pura frustración – sigues metiéndote conmigo te hare la vida a cuadros.
Baje directo al lobby donde todos parecían un poco molestos por tener que esperarme, cuando mire el reloj me di cuenta, seguramente me había quedado dormida en mis pensamientos y no me fije en el pasar del tiempo, corrí hacia mi hermano que me recibió en sus brazos alzándome hasta pasar la acera para llegar a la playa.
Hawái es hermoso en toda la expresión de la palabra, me quite las sandalias que llevaba y me dispuse a caminar por la orilla del mar sintiendo las olas como chocaban de vez en cuando con mis pies desnudos, en uno que otro momento mis hermanos me invitaban a entrar, pero aun no podía, quería seguir sintiendo aquello que hace un par de años me hacía falta, la sensación de libertad me calo hasta los huesos, hasta el punto de preguntarme qué pasaría si me tomara aunque sea un año de vacaciones, no estaba en banca rota, había podido ahorrar cada centavo que ganaba, no tenía deudas y podía hacerlo cuando quisiera, luego lo recordé. Jacob Black, aun no lo conocía pero ya lo odiaba, había llegado solo a molestarme mi existencia.
Hace un par de meses supe de el por primera vez, cuando una de las cuentas que llevaba uno de mis colegas se cayó, el logro atrapar a la compañía con una propuesta fresca y rotunda aunque un poco exagerada, se notaba que sabía hacer su trabajo, pero nos estaba causando problemas, nunca me había tocado a mi directamente pero si ahora lo hacia lo lamentaría, la cuenta Newton me costó largas cenas con el soso hijo de papi Mike Newton y ahora el los estaba llevando hasta el, eso me perjudicaba directamente y no podía permitírselo.
Aun caminaba por la orilla de la playa, me había alejado bastante de mi familia por la cantidad de cosas en las que pensaba, me detuve en medio de un hermoso atardecer admirando la caída del sol y el crepúsculo aparecer sobre el mar, cuando sentí como algo fuerte y enorme chocaba conmigo y me hacia tropezar con mis propios pies lanzándome de un solo golpe al agua, caí totalmente mareada el chocar de las olas con mi cuerpo me tenían aturdida, solamente sentí unos brazos acunarme, cuando camino todo empezó a moverse, no podía abrir los ojos, sentía que me caería, me quede muy quieta por un momento, a pesar del fuerte aroma a sal y mar, había otro complementos en aquel aroma.
Hola – dijo aquel que solo con la voz me hizo reconocerlo sin mirarlo, su aliento era el mismo del de hace rato, pero dos choques en el mismo día no era posible –  lo siento ¿puedes abrir los ojos?
Abrí mis ojos muy despacio aun ardían y mi cabeza estaba peor que un juego de feria, no paraba de dar vueltas, el estaba allí sonriéndome, más que estar molesta, parecía estar feliz de volverlo a ver, dos veces no podían ser casualidad.
Hola – le dije secamente aparentando parecer molesta – ¿de verdad no miras por dónde vas?
Discúlpame – dijo él en una enorme carcajada – la primera vez tu chocaste conmigo, no tengo culpa alguna, esta vez si me tengo que disculpar porque no mire hacia atrás, solo trataba de darle al balón.
Si claro – le dije sentándome haciendo que me soltara un poco de su postura sobre protectora –  ¿pensaste que el balón era yo no? Ayúdame a levantarme por favor.
Ok – dijo el tomándome de la mano para que me pusiera de pie, me tambalee un poco pero lo logre – ¿Quieres que te acompañe?
No - dije abriendo mucho mis ojos – si mi hermano te vuelve a ver no sé lo que ocurrirá.
No le temo a tu hermano – dijo ayudándome a caminar – no es más grande que yo – dijo ahora sonriendo – me temo que no lograra tocarme.
Voy sola – le dije soltándole la mano – gracias y procura mirar a tu lado cuando intentes hacer otra cosa, no quiero estar cerca.
El rio por lo alto, pero me hizo caso, se dirigió de nuevo a sus amigos y siguió jugando, me aleje un poco y me senté en una pequeña montañita de arena que estaba cerca, a lo lejos podía ver a mis hermanos y a mis padres jugar con el agua, cuando me había calmado camine hasta ellos y me zambullí en el mar, esto era lo que necesitaba distraerme, olvidarme de todo lo que ataba a aquella ciudad infernal.
Pasamos la tarde jugando y en un par de ocasiones miraba a mis alrededores donde me encontré con la mirada de unos incesantes ojos negros que parecían acusarme, lo que no entendía era de que, mi hermano me tenia montada encima de sus hombros, jugábamos con mi padre y Alice a las luchas acuáticas, mi madre desde fuera del agua nos gritaba apoyando a nuestros contrincantes, gracias a que Alice era más baja logre tumbarlos sin problema.
Cuando la noche llego mis hermanos inventaron tomarnos unos tragos y disfrutar de las noches en Honolulu, me coloque unos pequeños shorts de jeans y una franelilla blanca que dejaba ver el comienzo de mis senos, un collar que me había regalado Alice en color dorado y unas sandalias bajas de cuero que hacían juego con mi blusa. Mi hermana siempre de provocativa llevaba un vestido en blanco ceñido al cuerpo con unos tacones más altos que ella misma, por su lado Emmett estaba más que relajado, tenía una sonrisa extraña mientras que caminábamos por las calles conociendo todos los sitios, cenamos en un restaurant de lo mas mono mientras compartíamos los últimos acontecimientos donde si me entere de todo lo ocurrido en este largo mes de mi ausencia.
Luego de cenar acabamos en la discoteca del centro de la ciudad, estaba llena de gente, hicimos nuestra cola como corresponde y luego de casi una hora no habíamos entrado, entonces fue cuando lo vi, mi pared personal salía de un Audi R8 color negro con plata, compartí miradas con Alice, ella doblo un poco sus labios, era característico de cuando haría algo malo, se alejo un poco y le llego al dios porno que tenia en frente, llevaba unos jeans combinado con una franela de cuello en V y encima de esta una chaqueta de traje en color negro, una combinación un poco rara considerando que llevaba puestos zapatos de montaña.
Hola fortachón – le dijo mi hermana tomándolo del brazo, el bajo solo del auto pero había gente en la entrada esperándolo, mi hermana lo atrapo justo cuando lo dejaban entrar sin hacer la fila – ¿me recuerdas?
No – dijo mirándola de arriba abajo – pero podría recordarte de pronto.
Creo que a ella la recordaras mejor entonces – me señalo con el dedo, pude sentir como mi hermano se tenso detrás de mí – en el aeropuerto.
Y en la playa esta tarde – le dijo caminando directo a mí mordiéndose el labio inferior – ¿Cómo estás? ¿Te sientes mejor?
Si – le dije sonriéndole, si me recordaba – muchas gracias – mi hermano se quería interponer entre nosotros pero lo detuve abrazándolo – tranquilo Emmett.
Hermano – le dijo extendiéndole la mano – hagamos la pases por hoy ¿sí? Me voy a redimir si me dejas dejarlos pasar sin tener que hacer esta molesta fila.
Emmett dudo un momento pero le apretó la mano en respuesta, el morenazo me tomo de la mano y le dijo a mi hermano que tomara la de Alice, cuando caminamos hasta la entrada el de seguridad lo saludo moviendo la cabeza.
Bienvenido Jake – le dijo dándole un manotón en la espalda –
Cuando entramos al lugar sonaba a todo volumen una canción bastante movida, el chico me soltó dándome un beso en la mano y despidiéndose de mis hermanos con una sensual sonrisa y un movimiento de cabeza, lo miramos unirse a una mesa donde estaban las personas que lo esperaban en la entrada. Nos sentamos los tres en la barra cuando comenzó a sonar una canción que nos encantaba, pedimos tres tequilas y nos los empinamos a fondo blanco, pedimos tres tragos seguidos y luego tomamos unos mojitos, acabamos los tres en la pista.
Alice contoneaba sus caderas en dirección a mi hermano, yo hacía lo mismo pero a su espalda, mi hermano cada cierto tiempo cambiada de lado y me bailaba también a mí, la canción que sonaba me gustaba mucho era del grupo The Wanted, se llamaba Glad You Came, no sé en qué momento me aleje de ellos, pero me tope a mi espaldas con alguien, sin embargo pensé que era mi hermano bailando y seguí contoneándome a los lados, entonces unas enormes manos me tomaron de la cintura para acompañarme, me voltee de poco y me conseguí con unos ojos negros azabache demasiado penetrantes que me sonreían.
No deje de bailar en ningún momento, los tragos me estaban haciendo efecto y no quería dejar de divertirme, sin embargo busque a mis hermanos por los lados y los encontré entretenidos bailando también, pero me miraban con sonrisas, el desconocido, mejor dicho, mi pared personal me tomo de las caderas acercándome más a él, sentí como nuestras mejillas se rozaron mientras bailábamos, me acerque un poco mas hasta acariciarle el lóbulo de la oreja con mis labios, me desprendí un poco, lo tome del cuello y lo acerque hasta mi para estamparle un beso en aquellos labios carnosos que me tentaron desde la primera vez que los vi en el aeropuerto, el no se resistió, en cambio abrió su boca para que nuestras lenguas se juntaran, nos fundimos en un maravilloso beso, cálido y ardiente que termine en un mordisco de su labio inferior.
Llegue hasta la barra donde esperaban mis hermanos, me tome seguidos dos tequilas, estaba ardiendo dentro de mí, no sabía por el dios porno con el que me había besado o por los tragos que ya parecían pasar por mi garganta sin sentir nada.
Mi hermano me tomo de la mano y me invito a bailar, Alice estaba con un chico contoneando sus caderas, Emmett me tomo de la caderas y me movía a su ritmo yo lo seguía mientras la música sonaba, el dios porno estaba a escasos metros de mi, el bailaba con una morena hermosa, que se le contoneaba al mis ritmo, se acerco y guiño un ojo a mi hermano.
¿Cambio de parejas? – le dijo con una sonrisa cegadora, mi hermano me miro y le asentí, el se veía intrigado por aquella seductora morena que lo miraba como de a comérselo –
De pronto sentimos espuma y agua caer sobre nosotros, era como fiesta de baño, el agua cayó sobre su pecho y la franela hizo su trabajo a mi vista, se le comenzó a pegar a su cuerpo mientras bailaba, sus pectorales hicieron que mi garganta se me secara, de pronto bailando se dio la vuelta y admire su hermoso trasero que jugaba a tumbarme, le sonreí todo lo que mis labios pudieron.
El me tomo contra su cuerpo y con su mano en mi barbilla me estampo un beso de esos de novelas, emocionantes y románticos, en medio de una lluvia de agua y espuma, mi estomago se retorcía como nunca lo hizo por nadie, millones de maripositas se hicieron presentes y subían por mi garganta, esta noche prometía algo bueno y no sabía su nombre siquiera. 

2 comentarios:

  1. yo quiero un beso asiiiiiiiii!!!!!!
    me encanta el cap como ya te lo dije y espero el siguiente con ansias

    felicidades por la historia =)

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  2. Izaaaa!!! lo prometido es deuda! y ya estoy por acaaaa!!!
    ¿Qué te digo? jaja me ha encantado! que esas casualidades del destino son las que más me encantan!!! *--*
    jajaja La escena realmente perfecta! coincido con nataly! yo también quiero un beso de esoooos grrr... jajaja ahora más que nunca team JACOB!
    Espero tu pronta actualización!!
    Un fuerte abrazo

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