Te amaremos hasta que nuestro corazón deje de latir

26 de julio de 2012

En Mi Camino




Queridas (os) Lectoras (es):
De ante mano muchísimas gracias por esperar mi segundo cap, como lo había prometido, serán los jueves de cada semana… la dinámica sigue… la canción de este capitulo es:
Last Friday Night – Katy Perry
Espero les guste tanto como a mí para escribir para ustedes! Esta historia solo esta publicado en este blog es una historia original de mi cabecita y los personajes como ya saben les pertenecen a St. Meyer.
Besitos! XOXO
Iza Cullen.

2.: Información Confidencial
Me acomode mejor sintiendo mi cuerpo hundirse en una superficie acolchonada pero al mismo tiempo demasiado suave, aun con los ojos cerrados tantee el lugar buscando una almohada, al encontrarla la abrace con todas mis fuerzas, parecía a ver una luz tenue en el lugar pero que no llegaba a ser incomoda, gruñí un poco tratando de estirar los músculos de mis hombros que parecían estar entumecidos, entonces decidí abrir los ojos.
Poco a poco mi vista se fue aclarando, unas enormes puertas de cristal estaban frente a mí, por ahí era donde se filtraba la luz del sol, las vaporosas cortinas se ondeaban conforme las movía el viento, parecía bastante temprano aun, entonces recordé que esta no era la habitación de hotel donde debía estar.
Me levante de pronto causándome un mareo, la habitación tenia hermosos muebles modulares en colores vivos como el rojo, la cama era gigantesca y redonda con sabanas de seda de un color marfil, busque con la mirada algún indicio de que haya habido acción, pero llevaba mis ropas de la noche anterior puestas aun.
Me quite las sabanas por completo y me levante de la cama, abrí un poco las cortinas y una hermosa vista se levanto ante mí, estábamos exactamente a las orillas de la playa, las olas chocaban y el sonido de paz
que estas causaban eran impresionantes, una pequeña terraza con sillas plegables y unos lindos móviles de caparazón de caracoles adornaban el pequeño pero acogedor lugar, busque la puerta de salida a otra parte de la casa, una puerta marrón chocolate me alentó a que esa era la opción correcta.
Camine despacio entre otros muebles muy bien distribuidos en lo que parecía una sala de estar, poco más adelante encontré el desayunador y un guapo moreno haciendo flexiones en una barra que estaba pegada a la puerta de lo que parecía la entrada de la cabaña, tenia los brazos estirados hacia arriba sosteniendo todo el peso de cuerpo en la barra, sus piernas cruzadas hacia atrás, iba de arriba abajo contando cada uno de los ejercicios.
Tropecé con una de las sillas del desayunador rechinando un poco con las patas de la silla en la madera del piso, eso fue acto reflejo, el se soltó de la barra dando una vuelta digna de un atleta cayo con de pie en el piso dando un golpe seco a la madera. Me sonrió, le devolví el gesto, hasta ahora no le había prestado la atención suficiente, llevaba unos pantalones de yoga blancos, su torso estaba completamente desnudo dejándome apreciar cada uno de sus abdominales muy bien formados y torneados, se visualizaba su pelvis en perfecta definición, estaba descalzo y se acercaba a mi mirándome con un lobo al asecho.
Hola – fue lo único que mis labios congelados podían decir – ¿Dónde estamos?
En mi casa – respondió el estando centímetros muy cortos de mi – ¿Quieres café?
Asentí y aun estando tan cerca de mí estiro uno de sus brazos tomando una taza de la repisa del desayunador sin dejar de mirarme, me mordí el labio, no sabía que causaba este hombre en mi pero estaba volviéndome loca por lanzarme en sus brazos. Me extendió la taza hasta la mitad del café, sin quitarle la mirada de encima me senté en una de las banquetas.
¿Qué hago aquí? – pregunte llevándome el primer sorbo de café, estaba delicioso, muy pocos había probado así – ¿Por qué vine aquí en primer lugar?
Tus hermanos desaparecieron – contesto el riéndose sirviéndose un poco de café para el – y cuando te pregunte que donde te estabas hospedando me dijiste que estabas tan ebria que ni lo recordabas.
OMG – solté una carcajada – ¿Qué hora es?
Las 06:30am – dijo mirando el reloj guindado de la cocina – es temprano aun para que estés despierta después de la resaca de anoche.
Estoy acostumbrada, ya soy como un reloj para despertarme temprano aunque no quiera – confesé –
¿Cómo te llamas? – pregunto el sonriendo – nos conocemos ya, pero no se cómo te llamas.
Bella – dije mirándolo a los ojos – ¿y tú?
En ese preciso momento, cuando el abrió sus labios para decirme su nombre, mi estruendoso teléfono celular comenzó a sonar con mucha insistencia, espere que dejara de repicar solo, pero no lo hizo, busque con la mirada el sonido hasta que visualice mi bolsa en uno de los muebles de la sala.
Espérame tantito – dije levanta la palma de mi mano para ir contestar, al mirar la pantalla era mi gran amigo Jasper reportándose – Hola Jazz! – Salude – ¿me tienes noticias?
Si Bells – dijo con un tono de voz extraño – pero no son tan buenas como las que esperas.
¿Qué sucedió? – pregunte interesada –
Los Newton han decidido hacer una licitación para la firma que va a seguir brindándoles la publicidad – dijo dejándome en el sitio – dijeron que tenían que ser los mejores quienes les asesoraran y que iban a suspender el contrato con Black esperando que nos debatamos en una lucha por la cuenta.
¡Whats! – Grite al teléfono – ¿Que le ocurre a ese estúpido de Mike?
No fue Mike quien tomo la decisión Bells – dijo Jasper tratando de aplacar la situación – fue el padre, el Sr. Newton quien así lo decidió.
Acabare con el Jasper – dije sonriéndome malévolamente – lo aplastare como una cucaracha en esa estúpida licitación, nadie lo mando a meterse conmigo.
Así me gusta – dijo el sonriendo – y tendrás que disfrutar bastante los días que te quedan de vacaciones, porque mis contactos me han dado información sobre el tal Jacob Black.
Suéltalo – dije sentándome en uno de los posa brazos de los muebles modulares ignorando por completo a mi dios griego a la espalda –
Es nativo de Hawái – comenzó a decir Jazz y tome cada una de sus palabras con gran interés – es huérfano y solo tiene una hermana llamada Rachel Black quien se ocupo de el toda la vida, estudio en la universidad de New York mercadeo y publicidad, vive solo, no se le conoce relaciones serias, y en el ámbito laboral se puede decir que esta de la mano contigo, ya que es tan joven como tú y tienen casi la misma racha de tratos cerrados, entre una de esas esta Vulturi and company.
¡Ese bastardo! – Dije asombrada – por eso no quisieron recibir mi propuesta, ya él los estaba cocinando.
Exacto – jazz siguió con la información – trate de llegar a un acuerdo con él, pero me hizo imposible localizarlo, su secretario solo dijo que estaba de vacaciones y que desconocía por completo su paradero.
No importa – me reí – así este en el fin del mundo cuando terminen mis vacaciones se las verá conmigo y te aseguro que no tendré compasión.
¡Así es! – Jasper reía sin parar – ¡nadie se mete con Isabella Swan carajo!
Nos reímos un poco mas y me despedí de él, cuando le di a la tecla para cerrar la llamada me quede mirando mi teléfono celular, un carraspeo me saco de mis pensamientos.
Pobre del hombre – dijo el moreno riéndose – acabaras con él.
¡Me tiene verde! – suspire sonoramente – es un desgraciado.
¿Qué te ha hecho el pobre para merecer tanto odio? – me acerque poco a poco, el estaba frente a la cocina con una cuchara de palo revolviendo algo en la sartén –
Con mi trabajo nadie se mete – dije sonriéndole –
Te entiendo – hecho un poco de los huevos revueltos que tenía en la sartén en cada plato ya acomodados en el desayunador – también soy muy apasionado con mi trabajo.
Pero no quiero hablar de eso – le dije ayudándolo colocando los panes que se tostaban en el budare en cada plato – por eso estoy de vacaciones, el trabajo me agota y es en lo menos que quiero pensar ahora.
Está bien – me extendió el plato y me invito a sentarme en una pequeña mesita de comedor – ¿Qué harás mas tarde?
No lo sé – dije riéndome – soy una solterona que vino de vacaciones con su familia.
Jajajaja – el rio por lo alto – no me parece que la manera en la que lo dices, eres bastante liberal, si no estuvieras desayunando conmigo.
Por cierto anoche… –la pregunta no tuve que terminarla, el reventó en risas desesperadas –
¡Nada de eso mujer! – dijo el aun riéndose de mi – pareces un tomate, ¡no hicimos nada!
¿En serio? – Volví a preguntar – ¿Por qué te ríes entonces?
Es que anoche fue muy cómico – el aun se reía como recordando algo – ¿Cuánto tiempo tienes sin tener sexo?
Mis mejillas sintieron escocerse, sabía que ahora estaba peor y él me lo reitero al reventar en risas más sonoras, baje un poco la cabeza y el aun riéndose cambio de asiento y se sentó en la silla a mi lado, me tomo el rostro por la barbilla levantándolo para que lo mirara a los ojos, ahora solo me sonreía.
Anoche me dijiste al oído – se quedo pensando un momento – hazme el amor ahora mientras te recostaba en mi cama.
Me quede muy quieta, mis mejillas de nuevo se sintieron hervir, estaba apenada, muy apenada.
Ganas no me faltaron – dijo el mordiéndose el labio inferior – eres una mujer muy atractiva y hermosa, pero no creo que hubiese sido lo correcto, prefiero esperar a que me lo pidas con todos tus sentidos y sabiendo y disfrutando muy bien lo que haremos.
Levante mi rostro de nuevo solo para mirarlo sorprendida, que me estaba tratando de decir, que esperaba que esto se repitiera, ¡Ja! Yo ni siquiera sabía cómo se llamaba, pero la pena podía más que mi misma, como había podido ser capaz de pedirle que me hiciera suya, el tipo era todo un Dios eso no lo negaba nadie, pero la Bella normal hubiese tenido pudor al menos.
Ahora come – se levanto de mi lado y se sentó frente a mí de nuevo – quiero invitarte a cenar esta noche ¿Podrás?
Yo te aviso – lo mire a los ojos dejando atrás toda la pena que aun en mi interior sentía – no sé que habrán planeado en mi ausencia, si tienes numero celular te envió un mensaje.
Por lo que vi tienes Blackberry – dijo sonriéndome llevándose otro pedazo de pan a la boca – me das tu pin, tu numero y hablamos por allí.
Ok – esto será una locura –
Terminamos de comer, el se coloco una camiseta de algodón y cambio sus pantalones de yoga por unos jeans ajustados en azul oscuro, tomo un bolso negro de los muebles y me invito a salir de la casa, el exterior era hermoso, era como un vecindario pero las casas se veían bastante lejos una de las otras, las paredes era de un rojo ladrillo hermoso y los techos de teja, el aroma a sal de las olas me inundaron haciéndome levantar la cabeza para absorber el aire hasta mis pulmones.
El despampanante R8 estaba parqueado al lado de una camioneta un poco más vieja de color rojo, el se acerco colocándose a un lado abriendo la puerta de copiloto para mi, tiro el bolso que llevaba en el cajón y se subió al lado del conductor.
¿Ya recuerdas donde te hospedas? – pregunto encendiendo el motor que rechino un poco antes de finalmente arrancar –
Honolulu Resort – conteste –
¡Wow! – Rio – tienes plata eh!
No tanto como tu – dije sarcástica – tienes una casa de la playa y aparte un R8. No tengo nada de eso.
La casa la herede de mis padres – dijo mirando la carretera – el R8 fue un regalo de un cliente.
¡Wow! – reí con el – ¡Yo quiero esos clientes!
Reímos sin parar hasta que llegamos a la entrada de la ciudad, aunque no me había dicho en que trabajaba parecía vendedor de seguros, aunque en las fachas con las que siempre lo veía parecía deportista o físico culturista, no me lo imaginaba en traje ejecutivo.
¡Llegamos! – me sonrió mostrando toda su perfecta dentadura –
Intercambiamos los pin y números telefónicos, nos quedamos mirando unos minutos y finalmente me acerque a despedirme.
Te llamo – le dije, me acerque para despedirme con un beso en la mejilla, pero el volteo el rostro y me encerró en sus labios, dejándome sin aliento, se separo y volvió a sonreírme –
Esperare con ansias – los agujeros que se le formaron en las mejillas me dejaron estupefacta, en realidad podía haber alguien tan perfecto como este, no lo creía posible – que tengas un buen día.
Salí de la camioneta, con una sonrisa en la cara que estaba segura que por más problemas que me encontrara no se me quitaría en años, de pronto recordé un detalle que se me había olvidado completo ¿Cómo se llamara el dueño de mis suspiros? Voltee pero la camioneta ya estaba a media salida del estacionamiento.
Cuando entre en la recepción estaba mi familia esperando en los muebles de la entrada, mi hermana de picara al mirarme me sonrió, los que tenían mala cara era mi hermano y mi padre.
Buenos días – dije, mi madre corrió a donde me encontraba –
Bella ¿Dónde estabas? – su rostro era un caso, me hizo reír sin parar –
Discúlpenme salí temprano y no medí el tiempo que me tardaría – lo dije en voz alta para que todos pudieran escucharme – me cambio y bajo rápidamente.
Le guiñe el ojo a mi madre casi corriendo al ascensor, tenía que apurarme o no llegaría a tiempo, no sabía que haríamos hoy pero esperaba que pasara el tiempo volando para poder verlo de nuevo.
Me cambie rápidamente, la eficiente de mi hermana había dejado un traje de baño rojo oscuro encima de la cama, al salir de la ducha me lo coloque debajo del vestido de gasa blanca que llevaba, baje rápidamente aun con el cabello mojado.
¿Nos vamos? – pregunte sonriendo, los hombres de la familia ya habían cambiado bastante el semblante –
¿Desayunamos? – Pregunto mi hermana con bastante ánimo –
Asentí y caminamos hasta la salida del hotel, este día habíamos decidido inspeccionar la ciudad, ver que podíamos comprarnos y llevarnos de recuerdo aparte de disfrutar de la gente y el sol.
Luego de desayunar de nuevo salimos por el centro, en las tiendas que se mostraban a plena avenida, en una de las que entramos compre un sombrero de paja ondeado en las costuras, era grande y a mi hermana experta en modas le encanto, me lo coloque de una vez con mis gafas de sol, mi hermano se burlaba que parecía una estrella de cine escondiéndose de los paparazzi.
Nos sentamos a almorzar en un restaurante a las orillas de la playa, como siempre mis padres nos trataban como niños cuando nos sentábamos todos juntos, pedimos langostas y ostras, un plato muy típico de lugares donde hay costas, entre mi padre y mi hermano se pusieron de acuerdo para comerse un enorme pez que habían mandado a freír.
Mi teléfono dio un repique, sonó como un mensaje de entrada, cuando mire el celular en el icono de BBM tenía un asterisco.
B-) Jake *fly*
Te queda muy lindo ese atuendo.
¡Ja! Ya había descubierto q se llamaba Jake, era lo único que tenía en su Nick del BBM, mire a los lados y le respondi.
(V) Bella (*)*fly*
Jajaja… no me hagas reír… ahora me sigues? :s
B-) Jake *fly*
Siguiéndote? =D Ja! Tu eres la q aparece siempre a donde voy!
(V) Bella (*)*fly*
Ni siquiera te veo, donde se supone q estás sentado espiándome.
B-) Jake *fly*
Tras de ti.
Voltee de inmediato, como cuando le dices a alguien no voltees y saz! Ella voltea indiscretamente, estaba justo, justo detrás de mí… su sonrisa ilumino mi rostro, estábamos casi pegados el uno del otro separándonos solo la silla.
Hola – su sonrisa me dejo loca – Buen provecho.
Muchas gracias – le sonreí de vuelta –
Bella – llamo mi madre – ¿Nos presentas?
Es el chico que la tumbo en el aeropuerto mama – mi hermano no tenia buena voz – ¿Cómo estás?
Bien gracias – Jake respondió de manera muy amable –
¿Estás solo? – mi hermana siempre de indiscreta –
Nop – el negó con la cabeza también – espero a alguien.
Se levanto del asiento que ocupaba y extendió su mano a mis padres, algo que me sorprendió fue que Charlie no le hizo mala cara, al contrario pareció agradarle Jake, mi madre de la misma manera se presento, excusándose se alejo de nosotros y fue al encuentro de alguien, mientras mi familia comía no podía quitarle la vista de encima, hasta que lo vi, abrazando y besando en la mejilla a una hermosa y monumental morena que camino con él hasta la mesa.
El se dio cuenta de escrutinio y me asintió sonriéndome, dentro de mi no podía creer que fuese tan descarado como para pasármela por el frente cuando me había invitado a mí a cenar.
¡Vámonos! – me levante de la mesa demasiado rápido para que los demás lo asimilaran, como ya todos habían terminado no dudaron en ponerse de pie igual – quiero hacer mas compras, ven Alice.
Tome a mi hermana del brazo, ella miro atrás, sentía sus ojos puestos en mi espalda pero no voltee siquiera a mirarlo, estaba segura que Alice se despedía de el igual que el resto de mi familia.
Cuando al fin salimos de allí pude respirar un poco mejor, como me había dejado engañar así, estaba que no me lo creía, guarde mi celular y me dispuse a seguir por la ciudad para pasar el fuego interior que me estaba quemando por dentro de pura rabia.
_________________________________________________________________________________¿Quien será esa con la que anda el lobito?? :o ¿Y la cena con Bella?
Jajajaja descúbranlo en el próximo cap!
Besitos! Nos vemos en los comentarios!
Iza Cullen.

2 comentarios:

  1. pero que si el se me pone decente como a Bella yo no lo dejo jajajajajaja
    y espero que esa mona sea su mejor amiga o su hermana porque si no....

    excelente cap Izza
    felicidades amiga, espero con ansias el sig jueves =)

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  2. jajajaja yo opino que es su hermana :3 obviamente mi Jake no sería capaz de jugarle chuecamente.... jajaja awwwwwwww super genial la historia, que me he imaginado por completo todo!! el haciendo las flexiones, con sus pantalones de Yoga *--* me ha matado... tan directo, tan sexy, tan perfectamente perfecto!!
    X__X he muerto! muertoooo!!!! hahaha
    Esperaré la pronta actualización!1!!!!!

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